Saber argumentar es la base de todo texto académico. Por eso, si estás redactando tu tesis o tu proyecto de investigación, es esencial que sepas qué es un argumento, para qué sirven, qué tipos existen y cómo aplicarlos. Quédate leyendo si quieres saber más sobre este tema clave para la escritura académica.
Definición de argumento
Según la RAE, un argumento es un “razonamiento para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega”.
En este sentido, un argumento busca convencer o persuadir al interlocutor, haciéndolo, en el mejor de los casos, cambiar de opinión. Un texto argumentativo busca defender una postura dando un sustento fundamentado, consistente, creíble y coherente.
En una tesis, en una tesina, en un proyecto de investigación o en un ensayo, es elemental saber argumentar. Por ejemplo, si tú estás defendiendo una hipótesis en tu trabajo, tienes que preguntarte: ¿de qué manera convenceré a mis lectores de que estoy en lo cierto?
La tesis si bien conlleva un alto porcentaje de subjetividad, es un texto académico y de rigurosidad científica. En la redacción de la misma, el investigador puede recurrir a diversos recursos argumentativos, estrategias discursivas y tipos de argumentos que ayudarán a reforzar la postura.
¿Qué tipos de argumentos hay?
Cuando ya sabes qué ideas y qué contenido utilizarás para defender tu postura, tienes que pensar de qué manera conviene expresarlo. Es decir, cuál es la forma más eficaz de transmitirlo para alcanzar tu objetivo.
- Analogía: Se trata del argumento que busca establecer una relación de semejanza entre dos premisas para, después, concluir en que la premisa que se quiere defender es similar y se incluye en las anteriores.
- Ejemplificación: Es aquel que, a través de ejemplos, quiere afirmar la postura.
- Experiencia: Se defiende o rechaza alguna idea mediante situaciones o experiencias del escritor.
- Autoridad: Este argumento es muy utilizado en los textos académicos. Se trata de defender una opinión sustentándola con la de alguien que es un referente en la disciplina. Esto otorga seriedad y formalidad a la opinión del escritor, debido a que se adhiere a la postura de una figura de autoridad en la temática, ya sea un autor o una institución. Por ejemplo: “Según la Organización Mundial de la Salud, en Centroamérica muere un niño por desnutrición cada 24 horas”. Es muy común citar de manera directa al referente.
- Argumento deductivo: Se busca la inferencia de la conclusión a partir de unas premisas generales. Es decir, se va de lo general a lo particular.
- Argumento de hecho: se intenta demostrar la opinión a través de hechos observables.
- Por definición: se define un concepto o un hecho con el fin de darles un sustento objetivo.
Otros argumentos para textos académicos
- Contraejemplo: Es un argumento muy importante, puesto que incluye las posibles refutaciones a la opinión que se quiere defender. Se comienza presentando un ejemplo o una idea que contradice a la hipótesis sostenida en el texto argumentativo. Después, mediante técnicas argumentativas, se lo refuta indicando por qué ese argumento es falso. Esta es una forma de prevenir futuras objeciones.
- Argumento de causa-consecuencia: Se presentan las causas y las consecuencias de un hecho con el fin de demostrar su vínculo.
- Argumento por concesión: En este caso, se acepta momentáneamente un pensamiento opuesto con el fin posterior de demostrar que esa postura es incompleta o no del todo válida.
- Preguntas retóricas: Se formula en el formato de una pregunta una información que el emisor del mensaje ya conoce. El lector espera la respuesta en el mismo texto.
- Cifras o datos estadísticos: Se trata de dar consistencia y fundamento a una idea mediante números objetivos.
- Argumento de reformulación: Con el fin de insistir sobre algún punto central o que quede más claro un concepto, se repite de diferentes maneras una idea particular. Suelen utilizarse conectores como: es decir, en otras palabras, o sea, dicho de otra manera, etc.
- Argumento inductivo: Se parte de premisas particulares para inducir al lector a conclusiones más generales. Se explica que una característica de las primeras, también se aplica a otras más generales. Va de lo particular a lo general.
¿Cómo funcionan los argumentos en un proyecto de investigación?
En un trabajo de investigación se utilizan múltiples argumentos para validar una tesis. Así, una investigación de campo, al recopilar la información, aw está buscando argumentos para defender una hipótesis. En este sentido, recabar información es buscar argumentos que comprueben y verifiquen una idea.
Por eso, métodos de investigación como las entrevistas, las encuestas, los estudios focales, los grupos de discusión, buscan obtener una información que les sirva a los fines de los objetivos planteados en la investigación. Cuando se interpretan estos datos recabados, también se utilizan argumentos. Si se ha obtenido una estadística que demuestra la validez de una idea, se utilizará, probablemente, un argumento con cifras y datos estadísticos.
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