En este artículo te compartiremos ejemplos de hábitos y técnicas de estudio para que obtengas el máximo rendimiento de tu tiempo. Esperamos que te sea de utilidad y que alcances tu título lo antes posible. Sin más que agregar, ¡comencemos!
¿Qué son los hábitos de estudio?
Antes de comenzar con los ejemplos de hábitos de estudio, analizaremos qué significa este concepto.
Se conoce como “hábito” a una acción que se ha repetido las veces suficientes como para realizarla sin mayores esfuerzos.
Por ejemplo, cuando comienzas a conducir, el proceso puede resultarte complicado, pero con el correr del tiempo, se vuelve automático. Puedes darte cuenta de esto cuando la conducción se te da fácilmente y no necesitas estar pendiente de lo que hace.
De esta manera, los hábitos de estudio se refieren a la aplicación constante de técnicas para estudiar, y así, el aprendizaje se vuelve un proceso casi automático. Ahora bien, para que sean efectivos, debes tener constancia.
Dado que estás aquí, suponemos que quieres lograr que tus técnicas de estudio te den buenos resultados. Por eso, esperamos que los ejemplos de hábitos de estudio que te mostraremos en breve, te sean útiles.
¿Cómo elegir tu hábito de estudio?
Existen muchas maneras de estudiar, pero no todas será igual de efectivas para ti. Este es un terreno muy subjetivo y únicamente tú podrás determinar cuál es la mejor.
Para darte una pista y que comiences tu búsqueda, debes que existen dos maneras principales de adquirir conocimiento. Probablemente, ya oíste hablar de ellas, pero te las recordaremos: la auditiva y la visual.
Hay personas que aprenden mejor viendo, para las cuales técnicas de estudio basadas en videos o esquemas resultarán más útiles.
Por el contrario, otros aprenden mejor escuchando y preferirán que sus hábitos de estudios sean prestar atención en clase o escuchar grabaciones de la mismas.
Podríamos agregar una tercera forma que tiene que ver con las acciones. Una de las mejores maneras de aprender es haciendo. Ejemplos de estas técnicas de estudio son la realización de esquemas, mapas conceptuales o escritura de resúmenes.
Dicho esto, solo debes preguntarte cómo te resulta más fácil aprender, y así, enfocar tus esfuerzos en crear hábitos de estudio relacionados. Dicho esto, veamos los ejemplos que prometimos.
Ejemplos de hábitos y técnicas de estudio
Estos ejemplos de hábitos de estudio son generales, y asimismo, efectivos, ya que ejecutarlos implica generar una rutina de estudio.
Método Pomodoro
El primer hábito de estudio del que hablaremos es el método Pomodoro. La técnica de estudio que se aplica consiste en estudiar 25 minutos y descansar 5, aunque tiene otras características interesantes.
El Pomodoro es una forma de organizar el trabajo. Para llevar adelante el estudio durante los bloques de tiempo propuestos, es fundamental planificar las actividades antes de comenzar.
Todo esto facilita la tarea de sentarse a estudiar, porque no demanda una exigencia sobrehumana, y tiene momentos de descanso. Además, repetir este método cada día concluye en la creación de un hábito. Dicho de otra forma, estudiar será más fácil para ti mientras más lo hagas.
Para aprovechar esta técnica al máximo puedes leer el artículo que escribimos al respecto, haciendo clic «aquí».
Estudiar con diagramas
Un diagrama o esquema es la representación visual de un tema. Puedes mezclar esta técnica de estudio con el Pomodoro y destinar el último bloque de tiempo a realizar un gráfico del tópico que hayas leído.
Es importante que esta tarea no te lleve demasiado tiempo. Ocurre en ocasiones que, con tal de elaborar un diagrama bonito, los estudiantes pierden muchísimas horas de estudio. A la hora de establecer hábitos de estudio, cada segundo cuenta, ¡aprovéchalos al máximo!
La evaluación como hábito de estudio
Todas estas técnicas de estudio se complementan unas a otras cuando se las utiliza para establecer hábitos de estudio. Para afianzar los conocimientos que tienes sobre un tema, una excelente idea es tomarte una prueba. Recuerda que más atrás hablamos de aprender haciendo: este método es otro buen ejemplo de ello.
¿Y ahora qué?
Generar un hábito de estudio no es tarea fácil, las distracciones son múltiples y, convengamos que estudiar, no es la tarea más gratificante del mundo. Debes dedicar un rato cada día a crear la costumbre.
Cuesta, pero, una vez que se tiene el hábito, el esfuerzo pasa a ser mínimo. Para que sea sencillo, puedes empezar, por ejemplo, con el método Pomodoro y, al día siguiente, agregar otra técnica de estudio, y así sucesivamente. En todo caso, estudiar 25 minutos es mucho mejor que estudiar 0 minutos.
Hasta aquí, hemos visto todo lo que necesitas saber sobre hábitos de estudio, ejemplos, y cómo aplicarlos correctamente. Esperamos que la información te sea de utilidad y puedas lograr tus objetivos. En el caso de que necesites un poco más de ayuda para alcanzarlos, te invitamos a continuar leyendo.
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