¿Para qué sirve el método científico (experimental) y qué es?

¿Sabes aplicar el método científico en tus proyectos académicos, pero no terminas de entender cuál es su función? No te preocupes, porque en este artículo, nos dedicaremos a desentrañar qué es y para qué sirve el método científico (experimental o no). Quédate con nosotros para conocer a fondo este tema.

El método científico explicado

Si deseamos comprender para qué sirve el método científico, primero debemos entender qué es. 

Podemos sostener que el método científico es un proceso cuyo fin consta de establecer relaciones entre hechos o fenómenos, de manera tal que puedan ser comprobadas, a veces de modo experimental. Dicho de esta manera, no parece gran cosa, pero el método científico sirve para determinar, en tanto criterio, qué es verdadero o no.

“Método” es una palabra que viene del latín methodus y esta, a su vez, del griego. Significa “el camino a seguir”. En este caso, “método científico” se refiere a los pasos que hay que dar para verificar, científicamente, las verdades de los fenómenos y cosas.

El método científico, por lo tanto, sirve para comprobar hipótesis de investigación, a través de vías empíricas (método científico experimental) o no. Tendría como finalidad, entonces, la obtención de nuevos saberes, de manera aceptable para los cánones de la ciencia.

Por lo tanto, el método científico podría definirse como uno de los criterios de verdad existentes. Decimos “uno” porque no es el único, también las religiones utilizan sus propias verdades. 

Con esto no queremos decir que una verdad tiene más valor que otra. Por el contrario, afirmamos que existen diversos criterios de qué es verdadero; cada uno de los cuales, se sostiene de acuerdo a sus propios paradigmas. 

En este sentido, la ciencia busca probar con evidencia comprobable las verdades que postula. El método científico sirve para alcanzar tal finalidad. 

Cuando la verificación se da de manera empírica se habla específicamente de método científico experimental. Sin embargo, como la metodología general presupone de por sí una instancia de experimentación, la frontera entre ambos resulta algo difusa.

Dos características del método científico

Hay dos criterios que caracterizan al método científico y que permiten sustentar su veracidad. De este modo, es por ellos que el método científico (experimental) sirve para probar o refutar hipótesis de investigación.

Falsabilidad de sus postulados

Este rasgo del método científico fue acuñado por el filósofo Karl Popper. Postula que las teorías o leyes surgidas al utilizar el método científico para investigar una hipótesis deben ser falsables. Esto significa que pueden ser refutadas y reevaluadas por investigaciones futuras. 

En consecuencia, esta característica del método científico permite afirmar que la ciencia no obtiene verdades absolutas y definitivas. Por el contrario, una vez que se alcanza una certeza, se la toma como verdadera solo hasta que se la refute o precise.

Reproducibilidad de los resultados

Por otra parte, dado que el método científico sirve para verificar la verdad de un postulado, los resultados alcanzados no deben ser coyunturales. 

Es decir, para poder considerarse válidas, las conclusiones obtenidas por el método científico tienen que ser replicables en otras instancias, pero bajo circunstancias similares. 

En otras palabras, aquellos quienes reproduzcan los pasos seguidos para la comprobación de la hipótesis deberían obtener el mismo resultado. Esta característica, por lo tanto, permite que se considere la dimensión experimental del método científico.

Pasos del método científico

El método científico experimental (o no) considera que se siga una serie de instancias para llegar a los resultados de una investigación. Estas serían las siguientes:

• Observación: Recauda la información necesaria para llevar adelante tu investigación. En el método científico experimental, esto debes realizarlo de manera empírica.
• Hipótesis: Redacta cuál es la proposición cuya verdad quieras comprobar científicamente.
• Experimentación: Estudia el fenómeno al que tu hipótesis se refiera, aplicando variables de ser requerido.
• Medición: Realiza las cuantificaciones necesarias para comprobar los efectos de la experimentación, o para comparar ciertos objetos con otros.
• Demostración: Valida o no tu hipótesis, en base a los resultados alcanzados mediante la experimentación y medición. Recuerda que el método científico sirve para comprobar qué tan cierto es un postulado (o no).
• Tesis: Elabora tus conclusiones. Cuida que sean falsables y reproducibles.
• Revisión por pares: Tus compañeros de estudio evalúan tu experimentación y sus resultados.
• Publicación: Pon en papel la totalidad del proceso que has realizado y, si así lo quieres, programa su publicación. 

Para conocer más en detalle cómo es cada uno de estos pasos, te recomendamos que leas el siguiente artículo.

Aspectos a tener en cuenta

A continuación, te diremos cuáles son esos puntos que no debes dejar de considerar a la hora de aplicar esta metodología:

• No omitas ningún paso. Para, con el método científico experimental, desarrollar una investigación confiable, las etapas deben ser respetadas rigurosamente.
• Intenta reducir al mínimo tus creencias y emociones. En otras palabras, evita todos los sesgos subjetivos que pueden interferir en la investigación. Por lo tanto, sé lo más objetivo posible.
• No retrocedas si tus hipótesis son refutadas. Al contrario, reformúlalas hasta conseguir su validez, siempre siguiendo los mismos criterios. En este proceso, se producen muchos hallazgos científicos importantes.
• En relación con lo anterior, procura guiarte por la razón y la lógica y no por las opiniones infundadas, sean tuyas o ajenas.
• En todo momento recuerda que tu investigación debe ser reproducible por otros científicos en contextos iguales. Y que, además, en todos los casos deben alcanzar los mismos resultados.
• Ten en cuenta que entre el 33% y el 50% de los descubrimientos científicos fueron hallados por casualidad. Por lo tanto, es conveniente investigar sin limitarse estrictamente a la hipótesis que el método científico (experimental) sirva para corroborar. Es decir, debes considerar que existe la posibilidad de hallar algo inesperado.

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